Nochevieja, allá donde regresan,
Fugitivos, señoras y ladrones,
Todos a una, como desde eones,
Viejas que hasta a los perros besan.
Cercanas las doce y todos mesan
Sus deseos cual bobalicones,
Doce menos cuarto, las emociones,
En Madrid a todos bien poco pesan.
Ah capital, cuna de excelencias,
Orbe donde hasta el más pícaro,
Reniega altivo de las creencias. 
Al Retiro tras las filas del paro,
En Cibeles siguiendo las cadencias,
Del himno caduco del avaro…
Sin vergüenza, haciendo gala de su naturaleza despegada, acabó haciendo de su capa un sallo, liándose con el primer gallo que la cortejó.
Y a nuestro amigo su alma despojó, quedando huérfano de sentimientos, desapareciendo dos largos años.
Todos esos momentos forman parte de nuestra memoria colectiva, pero como homenaje último, he querido dedicarle unos versos a tan pérfida mujer, en aquel lejano verano del que sin duda, para bien o para mal, no olvidaremos ninguno de los implicados.
A UNA DAIFA:
A ti mujer bien desesperada
Así a la tizona parecida,
Que matas más desnuda que vestida
Y ríes del compañero que guarda
Con su arrecho y con su espada,
Tu honor fiero y descosido.
Mas puta mayor no ha conocido,
Esta Villa y Corte descarnada.
Esta mitad ruin mitad adorada,
Que dice ser Daifa de apellido.
ARCABUZ:
AZABACHE
Eres un niño y en realidad no tienes ni idea de lo que hablas.
Es normal, nunca has salido de Boston. Si te pregunto por Miguel Ángel lo sabes todo: vida y obra, aspiraciones políticas, su amistad con el Papa, su orientación sexual... lo que haga falta. Pero tú no puedes decirme cómo huele la Capilla Sixtina. Nunca has estado allí y has contemplado ese hermoso techo. No lo has visto.
Si te pregunto por las mujeres, supongo que me harás una lista de tus favoritas. Puede que te hayas tirado algunas. Pero no puedes decirme qué se siente cuando te despiertas junto a una mujer y te invade la felicidad. Eres duro.
Si te pregunto por la guerra me citarás algo de Shakespeare "De nuevo en la brecha amigos míos". Pero no has estado en ninguna. Nunca has sostenido a tu amigo entre tus brazos esperando tu ayuda, mientras exhala su último suspiro.
Si te pregunto por el amor me citarás un soneto. Pero nunca has mirado a una mujer y te has sentido vulnerable. Ni te has visto reflejado en sus ojos. No has pensado que Dios ha puesto un ángel en la Tierra para ti para que te rescate de los pozos del infierno, ni qué se siente al ser su ángel. Al darle tu amor, darlo todo.
No sabes lo que es dormir en un hospital dos meses porque los médicos vieron que el término horario de visitas, no va contigo.
No sabes lo que significa perder a alguien. Solo lo sabrás cuando ames a alguien más que a ti mismo. Dudo que te hayas atrevido a amar de ese modo.
Te miro y no veo a un hombre inteligente.
¡No hay esfuerzo mejor empleado que el que se realiza
para superar las dificultades que todo gran amor entraña!,
y no hay esfuerzo más baldío que el que se aplica a sentimientos agotados,
a esperanzas perdidas,
o a emociones contrapuestas...
Cuando la historia pasada nos ha traído dolor,
un dolor inútil, causado no tanto por las situaciones adversas,
sino por personas que sienten, analizan, valoran y priorizan deforma diferente,
¡no merece la pena alimentar la esperanza!
Cuando el deseo de continuar sólo viene de una de las partes,
debemos aprender a respetar la decisión del otro.
Ahí nuestra grandeza no será exigir o manipular,
sino sabernos retirar a tiempo y, cuando nuestro equilibrio nos lo permita,
ofrecer nuestra ayuda y nuestra generosidad,
sin intereses ocultos ni exigencias enmascaradas.
No nos podemos pasar la vida añorando lo que tuvimos
y llorando por lo que no tenemos.
Cuando una relación se termina, no se acaban nuestra vida ni nuestras opciones de ser felices;
por el contrario, comienza una fase llena de posibilidades,
donde la experiencia y las enseñanzas acumuladas
constituirán nuestros mejores baluartes.
Cualquier situación anterior no fue mejor, fue distinta.
El presente, que no el pasado, puede ofrecernos nuevas y esperanzadoras emociones.
La sonrisa atrae y la tristeza aleja;
la alegría es una virtud, y el derrotismo una tragedia;
la esperanza derriba barreras y el pesimismo levanta muros...
No se trata de ser menos sensibles, se trata de ser más seguros,
de alcanzar mejor equilibrio emocional, de no sufrir inútilmente,
de no dejarnos engañar por la primera persona que pasa
y de aprender a reaccionar con rapidez, con decisión y con fortaleza ante la adversidad.
Sólo le dije acompáñame,
su mirada lo dijo todo,
mía se sabía,
mas me dijo, bésame.
Rodeado de frialdad, despierto,
no volveré a sentir su piel,
es la hiel,
de un ser muerto.
Lo anterior sólo se debe a una serie de sucesos ocurridos la noche pasada.
Por suerte para todos, las cosas van poco a poco volviendo a su cauce, aunque los efectos de la tormenta hayan dejado marcas en el fuselaje de la nave.
Sólo quiero olvidarlo todo y seguir como estaba, aunque eso sea imposible.
Lo siento de corazón, intentaremos remontar el vuelo para dentro de un tiempo, volver la vista atrás y contemplar con alegría que aquellos nubarrones, sólo perturbaron momentaneamente una amistad duradera.
Besos del Mirlo Rojo.
CORAZONES ROTOS:
Ayer mi corazón se partió por la mitad, atravesado por un rallo maldito, por las horribles pesadillas que me llevan acompañando desde hace décadas.
Tu corazón es débil, lo se. Está ocupado por dos personas, las cuales te han hecho mucho daño y a las que no dudaría en tener una charla con ellas por ti.
Ayer todo se volvió del revés, te hice daño y lo peor es que no pude hacer nada por ser yo el causante.
Tu corazón es sólo la mitad de lo que debiera ser, debido al daño que te han hecho algunas personas a lo largo de tu vida y sin embargo, sigue palpitando. Todo un ejemplo a seguir.
Mi corazón es la otra mitad, aquel complemento que falta para alcanzar la plenitud de un amor sin grietas ni fisuras.
Que seas feliz en tu infelicidad, aquella a la que yo estaba dispuesto a desterrar por el simple hecho de ser tu amigo, amigo y algo más.
Sabes que nunca te hubiera fallado.
Siento no tener cabida en tu corazón…
Copio y pego un fragmento de la conversación que tuve con mi buen amigo Carlos. Gracias a él, anoche no pasé de nuevo por las duras estepas siberianas, que últimamente han campado a sus anchas en mis noches cargadas de melancolía:
Carlos:
Estás madurando muchísimo y dándole importancia a cosas que realmente la tienen para la felicidad, no para la sociedad, no caigas en la trampa en la que estamos cayendo todos a tu alrededor, ahora mismo la gente es gilipoyas, los tios buscan liarse con las más posibles y las tias exactamente lo mismo, pero no va a ser siempre asi, yo he sido asi y "enseguida" he descubierto la verdad de lo que es ser feliz, y no tiene nada que ver con estereotipos o con los demás ( excepto en el caso de los amigos, pero estoy seguro de que me entiendes incluso sin esta aclaración) Puede que ahora mismo sientas que no encajas por tu forma de ser, que contrasta totalmente con el resto de la sociedad, pero no puedes rendirte a esa sensación, porque por ese camino te será difícil encontrar la felicidad absoluta, pero te aseguro que la encontrarás y merecerá la pena.
Carlos:
y se que igual que a mi vas a ayudar y estas ayudando a mucha gente
Carlos:
y, por lo menos, sabes que yo estoy para ti para lo que quieras
Carlos:
y SEGURO que no soy el único
Gracias por todo, amigo mío.
Se suele decir que todo lo que sube, tiene que bajar, que todo lo caliente acaba enfriando, si se aleja su fuente de calor.
Supongo que será normal, realmente no lo se, sin embargo mi corazón poco a poco torna de nuevo hacia mi interior, lejos ya de un Norte en donde fue simplemente ignorado.
Vacío de lágrimas y de fuerzas, por un amor imposible, por un bombón agridulce, me veo yo ahora. En su viaje, mis sentimientos endurecieron hacia su destino y es que, lo que vino como el viento, acabó simplemente tirado por los suelos.
La amargura y la soledad poblaron de nuevo mi interior, ese sentimiento de desarraigo predominó de nuevo en mí, auspiciado por doña distancia, hundiéndome en la oscuridad.
Sin embargo, no hay mal que por bien no venga, esta soledad y oscuridad sólo se ven templadas por una presencia, un sentimiento, el cariño y por qué no decirlo, la ternura.
El Destino ha querido cruzármelo en el camino justo a tiempo, no se muy bien con qué intención, pero no es eso lo importante, lo cierto es que gracias a ella estoy consiguiendo olvidar mis penas y soledades en mis momentos de oscuridad.
Disfruto y me siento feliz, intentando ayudarla, hablando con ella. Es un sentimiento nuevo, algo que me anima y que azota el frío de mi interior, quitando unas telarañas que jamás debieron aparecer, y que debido a veinte años de soledad anidaron en los rincones de este ser.
Parezco una montaña, suavemente bañada por los rayos de un Sol en fuga, con sus valles y cumbres, con sus umbrías y solanas…
Sólo puedo daros las gracias a las dos.
A ti, Dama Azul, porque sin querer abriste un camino en mi corazón, el camino del amor más desinteresado y aunque no vuelvas por esa senda, tú has grabado en mi interior la señal indeleble del “lo imposible por ella”
Y a ti, mi muy querida amiga, porque poco a poco me vas sacando de entre los lodos de la soledad. Cada día te aprecio más, porque veo que eres el ángel de la guarda que nos ayuda desinteresadamente en los momentos de desesperación.
No quiero volver a caer en las tinieblas de las noches en vela, de las lágrimas derramadas en pos de un amor imposible.
Quiero creer que puedo ser capaz de alzar el vuelo, de la mano de mi ángel de la guarda que anima y azuza los vientos en mi ayuda.
Gracias por todo, ángel mío, regreses o no a tu destino, me habrás animado y devuelto la confianza en mí mismo y eso es algo que nunca podré olvidar.
Muchos besos, patrona de la mar. Un día te dije que me dieron ganas de abrazarte y transmitirte todo lo que sentía por ti en aquel momento. Hoy, aunque sea en la distancia, lo haré. Nunca había estado tan agradecido, recibe un fuerte abrazo entre las alas del Mirlo Rojo que ayudaste a volar…
"Más vale arrepentirse de lo que uno ha hecho, que de lo que jamás se atrevió a hacer"
DESDE EL EXILIO
A mi alrededor, sol, desierto, calor...
En mi mente, nostalgia, añoranza, pero también una buena dosis de esperanza.
El Amor es lo que tiene, aturde los sentidos, pero alumbra la existencia de los que como yo, hemos perdido el Norte.
Y desde este exilio forzado por las circunstancias, obligado por un Destino al que es inútil alzarle la mano, porque fue el mismo Destino quien te puso frente a mí y me dio la llave del Amor, me siento inutilizado.
Hace un par de noches recibí una señal tuya (¿o fue el Destino?), que me dio fuerzas para superar este desierto infernal, atestado de culebras sisilantes, gracias de corazón, Dama Azul de mi duermevela.
Sólo quería dejar por escrito mi Amor por tí, el mismo que me hace separarme de tí, el mismo que me hizo enmudecer cuando estuve a tu lado, el mismo, en fin, que me anima a levantarme cada día y brindar al Destino por tí.
Este Mirlo Rojo con sangre castellana y honor astur, seguirá bogando por la mar, en busca de un mínimo rastro de luz en las tinieblas de su interior...
EL ÚLTIMO ROMÁNTICO:
Son las nueve de la mañana.
Tras una noche en la cual me ha costado conciliar el sueño, debido a preocupaciones que no vienen al caso, me veo ahora escribiendo estas líneas en busca del sino de este mi ser.
Me asomo por la ventana y ¿qué veo?
Una pequeña rosa roja despunta por el alféizar, seguida por otras dos pequeñas aprendices de flora.
El cielo azul me avisa de un nuevo día radiante, pleno de calor y de los suaves vuelos de alguna rapaz despistada.
El sauce llorón acaricia el flanco oeste, recordándome un pasado en el cual fue grande y bello, ahora implorando por las esquinas de mi ventana en busca de su alter ego, inexplicablemente desgajado por la chispa inexorable.
En el centro de mi visión, el níspero mediterráneo, cuajado de fruto, parece saludar con sus hojas rampantes, queriendo alcanzar un cielo al que sin saberlo, posee desde el día de su alumbramiento.
Árboles, casas, pájaros, agua, puestos en la vida por no se sabe quien, gozoso quizá, de ver a los miopes terrícolas vagar por una tierra fruto del amor, ahora hundida en la desdicha de quien se sabe heredero de un Destino.
