Navegando sueños
Hay días en que se hace complicado el camino. Amaneceres en los que el barro apelmaza las botas, donde su peso añade kilos a voluntad.
Hay noches en las que desvelo las horas en soledad, mirando a ciegas. A través de la negrura contigo, que solo eres una, en recuerdos de vida y fortuna.
Y deseo, en singular y primera persona, seguir adelante. Con mañana al frente, valor. Y preguntarme si aún me miras.
Pero, si soy honesto, lo que realmente quiero es escuchar tu voz, sentir cómo suspiras, saber que aún respiras e ilusionarme una vez más.