El héroe romántico
Era de tal magnitud la impronta dejada en su ánimo
que se preguntaba si algún día ésta desaparecería por completo. Marca de
procelosas noches y reflexivas madrugadas, de onerosas diatribas entre el yo y
el nosotros y entre la dualidad adolescente del niño que juega a ser adulto.
Juegos que se demostraron inocentes de los intereses maduros, que pusieron de
relieve que seguía siendo un cándido aprendiz de la vida. Caminaba despacio
entre los árboles hoy, sí. Se adentró en las sombras, sin quejas ni lamentos.
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