IoI
Hoy escribo para ti, Jorge.
Jorge es mi sobrino, apenas tiene 6 meses, pero ya apunta maneras. Es libre.
En cierta manera considero este escrito como una deuda que saldar contigo, pues tú, en tu inocencia, hace meses me instruiste. Diste ejemplo práctico a la teoría.
Sea como fuere, deuda o no, regalo, presente o guiño de tu tío, quiero dejarte escritas un par de reflexiones para que las puedas hacer tuyas y nunca olvides que hubo alguien, que quiso que fueras feliz.
Llegará un día en que te veas abrumado, rodeado de infelicidad y de desesperación, de las cuales tratarás de salir por todos los medios. Tengas suerte o no, éxito o fracaso no son como nos han vendido. Quiero que te fijes en el éxito y en el Éxito.
Observa al político victorioso, viste pulcro, azul poderoso. Rodeado de aduladores, intenta vender unas propuestas que sólo benefician a los de siempre. Supongo que intuirás que es un hombre de éxito y de hecho has acertado, pero en parte, te olvidaste de que disfruta de un éxito en minúscula. No triunfa en la vida, no triunfa ante él, sino ante los demás y por las noches no es capaz de mirar hacia sí y descubrir una chispa susurrándole.
Mientras, un hombre observa desde un banco el mitin del triunfador, viste marrón humildad, luce barba de dos días, la de la sencillez. Sus pies se ven apenas abrigados por un par de sandalias cómodas, que le ayudan en sus largos paseos y una chaqueta, remendada, trata de ahuyentar el frío otoñal.
Sonríe, su adulador es la naturaleza, que baja la cabeza, en forma de sauce, en señal de respeto. No le aclaman con vítores, esos los cedió amablemente, sin embargo, Dios no lo deja solo, palomas grises revolotean en su honor, brindan por él.
Conoce el Éxito de vivir al día, de no temer por sus pertenencias, de disfrutar del Dios proveerá, de la humildad derramada en todos los poros de su piel.
Y dime, ¿es el éxito material, comparable al Éxito moral y espiritual?
Jorge es mi sobrino, apenas tiene 6 meses, pero ya apunta maneras. Es libre.
En cierta manera considero este escrito como una deuda que saldar contigo, pues tú, en tu inocencia, hace meses me instruiste. Diste ejemplo práctico a la teoría.
Sea como fuere, deuda o no, regalo, presente o guiño de tu tío, quiero dejarte escritas un par de reflexiones para que las puedas hacer tuyas y nunca olvides que hubo alguien, que quiso que fueras feliz.
Llegará un día en que te veas abrumado, rodeado de infelicidad y de desesperación, de las cuales tratarás de salir por todos los medios. Tengas suerte o no, éxito o fracaso no son como nos han vendido. Quiero que te fijes en el éxito y en el Éxito.
Observa al político victorioso, viste pulcro, azul poderoso. Rodeado de aduladores, intenta vender unas propuestas que sólo benefician a los de siempre. Supongo que intuirás que es un hombre de éxito y de hecho has acertado, pero en parte, te olvidaste de que disfruta de un éxito en minúscula. No triunfa en la vida, no triunfa ante él, sino ante los demás y por las noches no es capaz de mirar hacia sí y descubrir una chispa susurrándole.
Mientras, un hombre observa desde un banco el mitin del triunfador, viste marrón humildad, luce barba de dos días, la de la sencillez. Sus pies se ven apenas abrigados por un par de sandalias cómodas, que le ayudan en sus largos paseos y una chaqueta, remendada, trata de ahuyentar el frío otoñal.
Sonríe, su adulador es la naturaleza, que baja la cabeza, en forma de sauce, en señal de respeto. No le aclaman con vítores, esos los cedió amablemente, sin embargo, Dios no lo deja solo, palomas grises revolotean en su honor, brindan por él.
Conoce el Éxito de vivir al día, de no temer por sus pertenencias, de disfrutar del Dios proveerá, de la humildad derramada en todos los poros de su piel.
Y dime, ¿es el éxito material, comparable al Éxito moral y espiritual?
Posted by Unknown
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