Princesa


Dormirá aún la noche cuando parta hacia ti, camino de un Destino, rumbo de la felicidad.

Mas el alba, perezosa y desperezándose, aparecerá puntual para reverenciarnos, para doblar las campanas de la naturaleza, en tu honor.

Unas estrellas camino de poniente, vuelven la vista esperando recibir una mirada, un destello de admiración. Pero hoy, queridas amigas, esperáis en vano, mi única estrella, mi último lucero, no se encuentra entre vosotras, sino en las vegas de un Jarama reposado, manso, sabedor de su próximo final…

Y ahora me dirijo directamente a ti, princesa del alba, emperatriz del amor, para decirte, una vez más, que eres muy especial, que una sola palabra tuya basta para alzar mi corazón, que un roce de tu piel enerva mis pasiones, que tú, en definitiva, te has convertido en el centro de mi vida, en el destino de mis oraciones.

Hace tiempo escribí sobre un camino y la posibilidad de recorrerlo juntos, de la mano, buscando la felicidad.

Hoy, sin duda, te encuentras a mi lado con la firme determinación de los que se saben herederos de un Destino, momentáneamente embrujados en esta vida. Hijos de las estrellas, adalides de una herencia marcada a fuego en nuestra alma, la de la eternidad.

De hecho sobran las palabras, porque una mirada también puede tocar, es más rápida y eficiente, llega a nuestro corazón mejor que nadie. Será por eso por lo que los niños, los verdaderos sabios, “hablan” con la mirada…

Cariño, te invito a que seamos niños de nuevo para redescubrir el amor, visto con los tiernos ojos de la inocencia.
Mil besos.

Posted by Unknown |

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Es bueno.... sigue!!