El Mendigo


Hoy, mi alma ha temblado y no he podido más que arrodillarme ante el héroe que he contemplado.

A su vez, he sentido vergüenza de mí mismo, al verme bajar la vista y apretar el paso, me sentía incómodo con su presencia. Y ahora eso me atormenta…

Efectuemos un vuelo de reconocimiento hacia los hechos:

Caminaba junto a mi padre por una calle próxima a mi domicilio en Madrid.
Los coches, aparcados, nos escoltaban el trayecto.
Al punto, veo entre ellos al héroe que nos ocupa.

Al verle, he sentido un grandísimo sentimiento de compasión hacia aquel ser humano. Desposeído de todo y de todos, vagabundea por las calles de Madrid esperando su momento.

Ya en casa, recordando, no he podido reprimir una lágrima.

Él, como tantos otros, está de vuelta de la vida, consciente quizá, de su negro futuro.

Grandísimo ser humano, postrado entre coches, bancos, periódicos, resguardándose de la lluvia que le empapaba, trataba de olvidar, supongo.

De niño, jugaría y reiría al margen de su futuro, junto a otros niños felices, inocentes ante el mundo.

Con el paso de los años, la vida se tornó ante él como un negro nubarrón, empapándole de su crueldad, sabiendo del amargo sabor que es capaz de proporcionar.

Despojado de todo y más cruelmente, de todos, se vio sumido en la pobreza.

Es alcohólico, se lo disculpo, no soy nadie para juzgarle, supongo que bebe para olvidar…

Este buen hombre me adelanta, su extrema experiencia en este mundo será un valiosísimo aval ante su futuro, un futuro por otra parte, cargado de esperanza…

Y su imagen rebrota en mi mente, como un repiqueteo que me recuerda que no estamos solos, él esta noche, dormirá más acompañado que yo.

¡Va por ti, hermano, Lehaim!
09/04/08

Posted by Unknown |

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