El Timón

Llega un momento en nuestra vida en el que debemos tomar las riendas.

El momento en que dejamos de ser niños, para convertirnos en hombres, hombres libres, libres de todo prejuicio o de toda coartad.

El día en que tomamos las riendas de nuestra vida, el día que asumimos el mando de nuestro devenir, ese día, nos convertimos en héroes.

Y es ahora, pasados los lógicos meses de transición, cuando más me doy cuenta y precisamente ahora no puedo dejar de sentir una especie de relación de amor-odio con la humanidad.

Capaces de las más cruentas guerras y horrores y sin embargo, capaces de liberar las más altas dosis de amor, de confianza, que podamos imaginar.

Es por eso ese sentimiento encontrado, veo lo que podríamos llegar a ser como humanidad y sin embargo, lo que hemos forjado es una sociedad que no aprecia las grandes verdades, más allá de los dogmas, más allá de la fe, el gran secreto de vivir con mayúsculas lo hemos apartado en un rincón de nuestro corazón.

No apreciamos que el sentido de nuestra existencia reside en nosotros mismos, como seres dotados de alma, de raciocinio, olvidamos paradójicamente que debemos vivir por vivir, por experimentar, por aprender de nosotros y del prójimo.

Y es ahora, como he dicho, cuando más me doy cuenta y, llegado el momento de alzarme y ser mi propio timonel, prometo que no dejaré pasar por alto los placeres de las señales, de las pequeñas-grandes cosas que alumbran nuestra travesía por el, a veces, oscuro sendero en que se convierte nuestra existencia.

No me importa sacrificarme, no me importa perder el tren de la sociedad actual, perdida en su materialismo consumista, ahogada en deudas y dirigida por los de siempre. No puedo evitar sentir compasión hacia esos cientos de millones de personas. Al pensar en ellos, no puedo evitar derramar unas lágrimas…

La marca de la verdad, de la verdadera vida, ha sido grabada a fuego en mi espíritu y flamea al ser proclamada entre mis amigos. Ellos, en su corazón y en su intuición, saben lo mismo que yo, pero ya les llegará su momento, como a todos, bien en esta vida o en la próxima.

Sé que mi momento está próximo, pero no me importa el futuro, mi vida es ahora y no mañana, los futuribles no van conmigo.

El mañana es hoy.

27/05/08

Posted by Unknown |

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