Las Experiencias y el Contrato
Décimo capitulo de estas reflexiones, hoy me gustaría pensar en las experiencias y en todo lo que deriva del Contrato pre-existencia, si fuera cierto.
Si el Contrato es cierto, significa que nuestra vida ha sido previamente pactada hasta en los más nimios detalles, por lo tanto, nuestras acciones no son lo del todo libres que pensamos y, por ende, nuestra misión en la vida, nuestra obligación última y la única, es vivir la vida, Vivir la Vida.
Debemos vivir la vida al máximo, el tan afamado Carpe Diem, vivir cada momento, cada caricia, cada respiro, cada amanecer, cada día, como si fuera el último, no sabemos el futuro (previamente pactado) así que no debemos hacer planes más allá de treinta segundos.
Aún así, debemos conocer la frontera del vicio. Esa nebulosa y delgada línea que separa las experiencias plenas y los actos más viciosos. Hay que conocer la frontera del derroche, para mantenerse un paso por detrás, pero viviendo con mayúsculas.
Vivir las experiencias al máximo en armonía con las circunstancias que nos rodean y con los que nos rodean, sin crear tensiones, disputas ni envidias.
Disfrutar del dinero como un medio para conseguir los fines, nunca convertirlo en el fin último, pues entonces, dejaríamos de ser “libres”, para convertirnos en esclavos de la avaricia y la codicia, esclavos materialistas.
Y, por tanto, ser conscientes de la brevedad de nuestra existencia terrenal nos debería hacernos precisamente olvidarnos de la horrible pesadilla del tiempo y del reloj. ¿Verdad que cuando se disfruta, el tiempo parece acortarse? La medición del tiempo no es más que ponerle puertas al campo, racionalizar un ente meramente psicológico, ya que nosotros vivimos en un permanente presente. Recordamos el pasado, sí, pero lo hacemos con la memoria, no lo volveremos a vivir. El futuro, no es más que la ensoñación de nuestra imaginación, por intentar hacer planes que escapan a nuestro control. No podemos predecir el futuro, ¿para qué preocuparse entonces?
Vivamos al día, cada experiencia es única, disfrutemos, abstraigámonos del tiempo, del dinero, de la codicia, vivamos en armonía y todos seremos felices con creces.
Si el Contrato es cierto, significa que nuestra vida ha sido previamente pactada hasta en los más nimios detalles, por lo tanto, nuestras acciones no son lo del todo libres que pensamos y, por ende, nuestra misión en la vida, nuestra obligación última y la única, es vivir la vida, Vivir la Vida.
Debemos vivir la vida al máximo, el tan afamado Carpe Diem, vivir cada momento, cada caricia, cada respiro, cada amanecer, cada día, como si fuera el último, no sabemos el futuro (previamente pactado) así que no debemos hacer planes más allá de treinta segundos.
Aún así, debemos conocer la frontera del vicio. Esa nebulosa y delgada línea que separa las experiencias plenas y los actos más viciosos. Hay que conocer la frontera del derroche, para mantenerse un paso por detrás, pero viviendo con mayúsculas.
Vivir las experiencias al máximo en armonía con las circunstancias que nos rodean y con los que nos rodean, sin crear tensiones, disputas ni envidias.
Disfrutar del dinero como un medio para conseguir los fines, nunca convertirlo en el fin último, pues entonces, dejaríamos de ser “libres”, para convertirnos en esclavos de la avaricia y la codicia, esclavos materialistas.
Y, por tanto, ser conscientes de la brevedad de nuestra existencia terrenal nos debería hacernos precisamente olvidarnos de la horrible pesadilla del tiempo y del reloj. ¿Verdad que cuando se disfruta, el tiempo parece acortarse? La medición del tiempo no es más que ponerle puertas al campo, racionalizar un ente meramente psicológico, ya que nosotros vivimos en un permanente presente. Recordamos el pasado, sí, pero lo hacemos con la memoria, no lo volveremos a vivir. El futuro, no es más que la ensoñación de nuestra imaginación, por intentar hacer planes que escapan a nuestro control. No podemos predecir el futuro, ¿para qué preocuparse entonces?
Vivamos al día, cada experiencia es única, disfrutemos, abstraigámonos del tiempo, del dinero, de la codicia, vivamos en armonía y todos seremos felices con creces.
Hagan la prueba y ya me contarán…
1/01/08
Posted by Unknown
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