Los Kui
He conocido, de la mano de mi buen amigo Carlos, a un par de personas que viven al Sur de la Razón, Kuis, en definitiva.
No es fácil definir a una persona “kui”. Los chinos lo hicieron hace mucho: “K” (o “kui”) es el que no depende de la razón, el que se comporta como si no existiera, el que siempre camina detrás de sí mismo, el que habita los sueños, bien dormido o despierto. No es fácil ser “kui”. El “kui” nace, no se hace… (Párrafo de J.J.Benítez)
Son dos hermanos, dos Kui. La vida ha sido dura con ellos, han vivido al máximo y han apostado fuerte, aunque la vida no les ha sonreído. De jóvenes, según me contaron, por los excesos, perdieron a un hermano.
Desde entonces cambiaron su forma de actuar, siguen fieles a sus gustos, pero comprendieron que debían dejar ciertos vicios, para dedicarse a Vivir, con mayúsculas.
No guardan rencor, viven felices, sin preocupaciones. Tienen dudas, como es lógico, pero su confianza los hace fuertes, saben que hay algo detrás que todo lo sostiene, que todo lo dirige y por eso mismo, viven al día.
Son mucho más sabios que cualquier académico, han comprendido que la búsqueda del sentido de la vida no la tienen fuera, sino en su corazón. Por algo viven al Sur de la Razón, obran según la intuición, la más bella consejera.
Ellos, son héroes. Han necesitado conocer la dureza de la vida, pero ellos, ahora, son felices, son Kui.
No es fácil definir a una persona “kui”. Los chinos lo hicieron hace mucho: “K” (o “kui”) es el que no depende de la razón, el que se comporta como si no existiera, el que siempre camina detrás de sí mismo, el que habita los sueños, bien dormido o despierto. No es fácil ser “kui”. El “kui” nace, no se hace… (Párrafo de J.J.Benítez)
Son dos hermanos, dos Kui. La vida ha sido dura con ellos, han vivido al máximo y han apostado fuerte, aunque la vida no les ha sonreído. De jóvenes, según me contaron, por los excesos, perdieron a un hermano.
Desde entonces cambiaron su forma de actuar, siguen fieles a sus gustos, pero comprendieron que debían dejar ciertos vicios, para dedicarse a Vivir, con mayúsculas.
No guardan rencor, viven felices, sin preocupaciones. Tienen dudas, como es lógico, pero su confianza los hace fuertes, saben que hay algo detrás que todo lo sostiene, que todo lo dirige y por eso mismo, viven al día.
Son mucho más sabios que cualquier académico, han comprendido que la búsqueda del sentido de la vida no la tienen fuera, sino en su corazón. Por algo viven al Sur de la Razón, obran según la intuición, la más bella consejera.
Ellos, son héroes. Han necesitado conocer la dureza de la vida, pero ellos, ahora, son felices, son Kui.
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