Jaula de Pájaros
Esta mañana, he pasado largo rato releyendo Mágica Fe, al son de las notas de Planeta Encantado.
En el transcurso de la lectura de ese libro maravilloso, las ideas, palabras, guiños, vienen y van como mecidos por un Padre que, acunando a su hijo, le prepara para la gran aventura que está por Vivir…
Aparentemente por casualidad (?) paso mis ojos sobre el gran capítulo del señor Nagamune, el científico japonés.
Y, como un susurro que nace dentro de mí, al sentir esa jaula de pájaros en mi corazón, me dispongo a entablar una conversación (?) con mi Padre celestial.
La fortuna ¿o no fue la fortuna?, quiere que mientras hablo en semi voz con Él, a cada frase mía, le sigue una pasada sobre mí de una golondrina.
Así sucede en cinco ocasiones distintas. Le tomo la palabra. Mensaje recibido Jefe…
Al igual que el señor Nagamune, que colgando unas jaulas de pájaros para darle un “toque de humanidad”, a la marea de ordenadores y sensores, el Jefe ha colgado sobre mí las más bellas aves, para recordarme al punto que sonríe, que no estamos sólos y que nuestros deseos, sentimientos y experiencias, no caen en saco roto.
Se lo debo, Padre, gracias por imaginarme.
Cada día, más cerca de las estrellas, más cerca de ti…
En el transcurso de la lectura de ese libro maravilloso, las ideas, palabras, guiños, vienen y van como mecidos por un Padre que, acunando a su hijo, le prepara para la gran aventura que está por Vivir…
Aparentemente por casualidad (?) paso mis ojos sobre el gran capítulo del señor Nagamune, el científico japonés.
Y, como un susurro que nace dentro de mí, al sentir esa jaula de pájaros en mi corazón, me dispongo a entablar una conversación (?) con mi Padre celestial.
La fortuna ¿o no fue la fortuna?, quiere que mientras hablo en semi voz con Él, a cada frase mía, le sigue una pasada sobre mí de una golondrina.
Así sucede en cinco ocasiones distintas. Le tomo la palabra. Mensaje recibido Jefe…
Al igual que el señor Nagamune, que colgando unas jaulas de pájaros para darle un “toque de humanidad”, a la marea de ordenadores y sensores, el Jefe ha colgado sobre mí las más bellas aves, para recordarme al punto que sonríe, que no estamos sólos y que nuestros deseos, sentimientos y experiencias, no caen en saco roto.
Se lo debo, Padre, gracias por imaginarme.
Cada día, más cerca de las estrellas, más cerca de ti…
5/6/08
Posted by Unknown
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